Como practicante de yoga en constante aprendizaje, quiero compartir mi perspectiva sobre por qué no es necesario forzar el cuerpo más allá de nuestro límite en las ásanas.
El yoga es mucho más que una serie de posturas físicas imposibles. Su verdadera esencia se encuentra en principios profundos, siendo Ahimsa, el concepto de no violencia, uno de los más importantes. Ahimsa nos invita a practicar el yoga con respeto y compasión hacia nosotros mismos, evitando cualquier forma de daño, incluido el sobreesfuerzo físico.
Respetar los límites de nuestro cuerpo es fundamental. Cada persona tiene una anatomía única, niveles de flexibilidad y fuerza diferentes, así como experiencias previas que moldean sus capacidades y limitaciones. Intentar forzar el cuerpo más allá de su límite en las ásanas sin la preparación adecuada puede llevar a lesiones y frustración, lo cual va en contra de los principios del yoga.
El yoga debe ser una práctica de autoconocimiento. Al enfocarnos en lo que nuestro cuerpo y mente necesitan en el momento presente, podemos cultivar una práctica más beneficiosa a largo plazo. En lugar de centrarnos en alcanzar una postura, deberíamos buscar sentirnos mejor, tanto física como emocionalmente.
Cuando veo en Instagram a personas haciendo ásanas imposibles para el 95% de las personas, imagino el daño que puede hacer tanto a quien lo ve como al yoga en general. Estas imágenes pueden generar frustración y una visión equivocada del yoga, alejándonos de su verdadera esencia. En lugar de inspirar, pueden llevar a las personas a sentirse presionadas a intentar posturas que no son adecuadas para su nivel o condición física o por el contrario evitar que personas que les gustaría probar la práctica crean que no van a ser capaces de hacerla.
Me considero un alumno que guía a otros, mi objetivo no es mostrar ásanas avanzadas ni forzar el cuerpo más allá de su límite, sino ayudar a los demás a conectar con su cuerpo y mente de manera segura y amorosa. Cada postura, por sencilla que parezca, tiene el potencial de ofrecer grandes beneficios si se practica con conciencia y respeto.
Recordemos que el yoga no es una competición. No se trata de hasta dónde podemos llegar físicamente, sino de cómo nos sentimos durante y después de la práctica. Escuchar a nuestro cuerpo, respetar sus señales y practicar con gentileza son claves para una experiencia de yoga genuina y transformadora.
A lo largo de mi camino vital, he descubierto los beneficios del yoga, los masajes y los baños de sonido, y cómo estas prácticas pueden ayudar a otros a sentirse mejor. Esta experiencia me motiva a seguir avanzando y profundizando, para poder brindar más bienestar a quienes me rodean.
Gracias por leerme.
Fdo. Luis Pulido
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